En las sesiones de Concejo Municipal se establece una tabla propuesta por el Alcalde, dentro de la cual existen puntos que son sometidos a votación y otros que representan entregas de información. Y para finalizar las sesiones cada Concejal “da cuenta” de su trabajo, o bien solicita información al Alcalde(sa). Por reglamento interno concejales y concejalas de La Reina tienen 5 minutos para exponer sus cuentas.

En las últimas dos sesiones de Concejo al dar mis Cuentas fui interpelada con un nivel de argumentos que a mí en lo personal me decepciona profundamente. En la sesión del 20 de Marzo, luego de que haber publicado una declaración planteando la existencia de operadores políticos en la Corporación de Desarrollo de La Reina, el argumento fue “¿por qué publicas cosas de tus amigos una vez que estos son despedidos…?” Amigos, sí, ese fue el argumento. Amigos en los cargos de Dirección en la Corporación de Desarrollo que por cierto no tengo, y que aunque suene muy ideológico no podría tener, porque dudo pudiera alguna vez ser amiga de quien habla de Gobierno Militar, no acepta que niñas violadas aborten, y considera la transexualidad como una enfermedad.

Lo que si tengo y planteé en ese Concejo, son relaciones cordiales de trabajo, en este caso en mi calidad de Concejal, que debe vincularse con todos los Directores Municipales. E incluso aunque fuesen mis amigos, ¿es ese un argumento para que yo no cuestione si son o no operadores políticos, o al menos cuestione que existen amiguismos y no criterios técnicos en nombramiento en cargos fundamentales como la Dirección de Educación?

Luego, en la primera sesión de Concejo de Abril, pedí incluir como punto en tabla una presentación de mi trabajo durante el año 2017 en el Consejo Comunal de Seguridad Pública, junto a la vocera de la Agrupación de Comités de Seguridad, en ese momento el argumento nuevamente fue “quieres presentar con tu amiga”. Amiga, sí, ese fue el argumento. La verdad es que para mí, el hecho de que un par concejal ningunee mi trabajo no me preocupa. Pero que ninguneen el trabajo de una dirigente social que lleva más de 3 años trabajando por la seguridad y convivencia vecinal me molesta profundamente. Que alguien diga que sólo quiero presentar con una dirigente porque es amiga, es no entender cuál es la labor de los concejales, vincularse con la comunidad, con vecinos y vecinas, y por supuesto con dirigentes sociales.

Mi llegada al Concejo Municipal de La Reina fue una sorpresa tanto para mí como para mi partido, haciendo una autocrítica no teníamos trabajo territorial previo, ni grandes vínculos con organizaciones sociales. Todo el “capital territorial” que esta concejalía ha obtenido en un poco más de un año ha sido producto del arduo trabajo en el ejercicio del cargo.

Ante esto, mi principal reflexión es: Subamos el nivel. Los concejales no tenemos grandes atribuciones, no tenemos poder ni injerencia sobre la administración municipal, nuestra labor es principalmente fiscalizar ex post, es decir previa ejecución de los programas y proyectos, tarea que yo al menos me tomo muy en serio, y hago rigurosa y formalmente solicitando información a través de memorandos. Y si bien tenemos pocas atribuciones lo que si tenemos es una gran responsabilidad con vecinos y vecinas que a través de su voto han depositado su confianza en nosotros.

Subamos el nivel de argumentación y debate, y desempeñemos nuestros cargos de forma profesional, con altura de miras. No únicamente con declaraciones de buenas intenciones sobre el marco de la amistad cívica que debemos mantener entre distintos sectores políticos, ya que el respeto no sólo se demuestra con la forma en que nos comunicamos, también se materializa cuando nos tomamos con seriedad nuestro trabajo.

María Catalina Rubio.

Concejala por La Reina de Revolución Democrática.